Teniendo la parcela un pronunciado desnivel, consolidado mediante la utilización de unos socalcos, se trata de mantener su estructura de formación, desarrollando una vivienda en una sola planta, la cual mediante el uso de pequeños desniveles (1 m.), se va adaptando de forma natural al solar.
Siguiendo el carácter de la aldea en su conjunto, se intenta, mediante la adición de pequeños volúmenes que definen las distintas estancias de la vivienda mantener el ritmo y proporción de las construcciones tradicionales. Por el contrario, se evita concentrar toda la superficie en solo volumen de dos alturas, ya que dado el carácter rural de la aldea, ocasionaría un impacto en su implantación.
El programa de la vivienda queda formado por vestíbulo de acceso, salón, comedor, cocina y unidos a través de un vestíbulo el área donde se encuentran los dormitorios y dependencias de servicio.
Se mantienen en su conformación los elementos de sillería -muros de piedra tipo país-, mampostería revocada y carpintería característicos de la zona.